No somos dueños de las Redes. Está bien tener nuestros
amigos, seguidores y fans, pero tenemos que construir nuestra propia audiencia.
Para eso trabajamos, para que nos conozcan, para poder transmitir un mensaje, el Evangelio de
Jesús.
Pues bien, por todos los medios tenemos que crear nuestra
audiencia, nuestra especial red. Ya veremos cómo. Esta es
nuestra primera tarea.
Un amigo no es una cosa que no se mueve, que
es estática. Un amigo es una persona que se relaciona conmigo y con los demás amigos. Mi relación con él o ella es dinámica. Está en movimiento y crece. Si no nos importamos es que estamos aislados y no somos amigos.
Cada persona que entra en contacto con nosotros y nuestro proyecto tiene que pasar por etapas
de profundización y de mayor intimidad con nosotros, en su recorrido de Usuario amigo mío y nuestro.
Si no se plantea una relación dinámica, nuestros
mensajes nunca tendrán un impacto real. No llegamos a encontrarnos, no llegamos a nuestro momento vital común.
Entonces, es posible que se aburra y busca otra cosa. Puede que abandone en grupo, o que esté sólo de nombre.